Una vez explicado en el anterior artículo el concepto de la carga de entrenamiento y sus componentes, expondré el porqué es importante valorarla y cómo realizarlo.

¿Para qué sirve valorar la carga de entrenamiento?

La carga e entrenamientos nos va a dar una visión de cuánto estrés le estamos aportando a nuestro organismo. Si controlamos la carga de entrenamiento podremos valorar por ejemplo si estamos progresando en carga o no (principio de progresión), si estamos progresando a una velocidad adecuada (recomendado 10% semanal), si estamos dejando semanas de recuperación con menos carga… Como hemos dicho el entrenamiento es un proceso de carga y recuperación en el que mejoramos durante la recuperación, las dos partes son igual de importantes. Debemos controlar la carga de entrenamiento para saber tanto si estamos aportando estrés suficiente para mejorar como si estamos dejando suficiente recuperación.

entrenamiento

¿Cómo puedo valorar la carga de entrenamiento?

Actualmente es muy fácil llevar un control da la carga de nuestro entrenamiento con las apps para móvil o los relojes inteligentes. Existen muchas propuestas para cuantificar la carga de entrenamiento, una de las más utilizadas actualmente es la de Training Peaks. A cada sesión de entrenamiento se le asocian unos TSS (Training Stress Score) en función de su duración y % del umbral anaeróbico al que se trabaja. Teniendo en cuenta los TSS de cada día se construyen otros parámetros como:

CTL (Chronic Training Load) o Carga de Entrenamiento Crónica. Nos indica la carga de entrenamiento que tenemos acumulada en un momento dado, normalmente tiene en cuenta las 6 semanas anteriores.

ATL (Acute Training Load) o Carga de Entrenamiento Aguda. Nos indica la carga de entrenamiento que hemos acumulado en la última semana.

TSB (Training Stress Balance). Es la diferencia entre el CTL y el ATL, nos indica cuánto hemos entrenado la última semana con respecto a las últimas 6. Aunque también se le conoce como Forma realmente nos indica es la frescura, cómo de recuperado/a está el deportista.

Existen otras propuestas, la de Strava por ejemplo. En este caso solo tiene en cuenta valores de frecuencia cardíaca (FC) pero el funcionamiento es muy similar. A cada sesión de entrenamiento se le asocia un Impulso de Entrenamiento, dependiendo también de la duración y el % de la FC media de la sesión con respecto a la FC máxima. Teniendo en cuenta todos los Impulsos de Entrenamientos se construyen le Fitness, Fatiga y Forma que equivalen al CTL, ATL y TSB pero calculados con los Impulsos de Entrenamiento.

Independientemente de la aplicación o propuesta que utilicemos debemos quedarnos con la idea de que cuantificar la carga de los entrenamientos nos servirá para saber cómo de entrenados estamos en un momento dado, podremos compararnos con otros momentos en los que hemos hecho buenas marcas. Podremos saber si estamos recuperados para afrontar una competición y en general tomar decisiones sobre el entrenamiento con más probabilidades de acierto.