Empezar la casa por los cimientos como clave del éxito.

Cabe pensar que a priori correr es algo sencillo, una habilidad común entre todos los seres humanos pero, ¿correr bien es realmente sencillo?. Ya os adelantamos la respuesta. No, no lo es.

La carrera es un proceso complejo, que parte de un movimiento global y coordinado de todo el cuerpo. Es muy frecuente ver en internet una gran gama de ejercicios típicos de técnica de carrera que pueden parecer válidos para todos y cada uno de nosotros y que con tan solo aplicarlos ya correremos bien, pero esto es un error muy común entre los iniciados a la carrera.

Como todo proceso, la técnica de carrera, se debe dividir de forma analítica por segmentos corporales de forma que, a la hora de trabajarla bien, partiremos de ejercicios más analíticos para posteriormente pasar a ejercicios más globales. De forma muy resumida, podríamos agrupar los diferentes ejercicios en las siguientes categorías:

  • Ejercicios de fase de apoyo.
  • Ejercicios de fase de tracción.
  • Ejercicios de recobro.
  • Ejercicios de control de tronco y braceo.

Ahora bien, si hay que priorizar el trabajo en una fase o segmento concreto, sin olvidar que la carrera es un movimiento global que implica todo el cuerpo, sin duda yo me centraría en el trabajo de la fase de apoyo y, por lo tanto, en el trabajo de los pies.

¿Por qué centrarse en el trabajo de pies?

  • El pie es el gran transmisor de fuerzas. Las fuerzas que aplicamos se producen en el momento en que el pie se encuentra en contacto con el suelo. Puedo dedicar mucho tiempo al trabajo de fuerza pero si no sé cómo aplicarla de poco servirá.
  • El pie es como los cimientos de la casa y es el que debe recibir y amortiguar toda la fuerza que se produce en cada impacto, en cada pisada. Un incorrecto patrón técnico en el apoyo puede ser el causante de muchas lesiones, no solo a nivel del propio pie, como puede ser la famosa fascitis plantar, sino también suele ser el origen de muchas lesiones de rodilla y cadera.
  • El pie está compuesto por un gran número de músculos, muy pequeños, que deben trabajarse de igual forma que trabajamos el resto de musculatura en el gimnasio. El calzado actual, cada vez con mayor amortiguación, hace que la musculatura plantar cada vez trabaje menos en el día a día, por lo que debemos complementar nuestros entrenamientos con ejercicios que fortalezcan dichos músculos, para tener unos pies fuertes, que soporten todas las cargas que se producen en la pisada y que, a su vez, sean capaz de transmitir las fuerzas del suelo hacia nuestra cadera, con el fin de desplazarla y avanzar así de forma eficaz en cada apoyo.

El pie siempre suele ser el segmento más olvidado de todos a la hora de trabajar y, por el contrario, el que más trabaja. De igual forma que nunca empezarías una casa por el tejado, no comiences el entrenamiento de carrera por el tejado. Entrena inteligente y comienza a construir unos buenos cimientos, que soporten grandes cargas en un futuro.