“Decide lo que quieres, decide qué estás dispuesto a dar a cambio. Establece tus prioridades y ponte a trabajar” (H.L. Hunt)

Siempre he creído que el secreto éxito no solo se consigue con cualidades físicas y mentales concretas, ni en qué tipo de ejercicios hagamos, lo importante es cómo están esos ejercicios ordenados en un plan de entrenamiento y también gran parte del éxito lo tendrá la constancia, y el corazón. Por eso, intentaré explicar cómo planteo el reto de afrontar la primera carrera

¡El mejor plan de entrenamiento eres tú! No existen recetas estándar para preparar una carrera. Cuanto más adaptado y adecuado sea tu plan, más sencillo lo tendrás para poder conseguir tu objetivo. Lo primero y más obvio que debemos tener en cuenta es qué tipo de carrera queremos correr (estación del año, qué tipo de ciudad, clima, desnivel, dificultad, etc.), qué disponibilidad tendré para prepararla (vacaciones de verano, de invierno, etc.). Segundo, qué experiencia previa tengo en correr (si es tu primera, serás nivel principiante). Tercero y el más importante, bajo mi punto de vista, QUÉ objetivo me marco en función de mi nivel, de mi disponibilidad horaria y de mi dedicación. A partir de ahí estructuro un plan de entrenamiento que se adapte al máximo al atleta proponiéndole esfuerzos justos para que pueda disfrutar del camino hacia el día D a la hora H.

El objetivo de todo plan es llegar con salud al día de la prueba, a la línea de salida, por eso debemos saber qué tipo de entreno debo hacer, a qué ritmo correcto debo ir y cuántos kilómetros semanales deberé hacer. No existe ningún ejercicio único o plan de entrenamiento que funcione a todos por igual.

Si eres principiante, nunca has corrido una carrera y solo tienes experiencia en algunas competiciones que hacías en el colegio, tu principal objetivo es acabar con una sonrisa en la cara y probablemente sabiendo que quizás lo habrías hecho mejor si hubieras entrenado un poco más fuerte o aumentando el ritmo antes.

Normalmente, a nivel específico, no me gusta plantear demasiadas semanas, preferiblemente 8 semanas como máximo. Pienso que hacer una planificación más a largo plazo puede desmotivar, hacerse muy larga y con riesgo de lesiones, pero sí que doy importancia a que tengamos una base previa antes de empezar el plan.

 

 

A lo que acontece al día de la carrera, al día D y hora H, os dejo mis consejos:

  1. No abrigarse en exceso, es bueno tener cierta sensación de frío antes de empezar la carrera.
  2. Usar el mismo calzado y ropa ya usada en entrenamientos para la competición.
  3. Revisa que los cordones estén bien atados y las zapatillas bien ajustadas a tu pie.
  4. Calentar antes de la carrera, coger temperatura, a poder ser con algo más de ropa con la que vas a competir. Alguna camiseta vieja que puedas desprenderte momentos antes del pistoletazo inicial.
  5. Si la carrera es por la mañana, debes respetar tus rutinas y hábitos. Con una carrera corta, no hace falta ingerir demasiados alimentos sólidos. Un café minutos antes del inicio nos activará.
  6. En la salida, sitúate en el cajón asignado. Seguramente será detrás de todo para poder salir con corredores de tu mismo ritmo.
  7. Conoce tu ritmo a seguir y de entrada no salgas al sprint. Márcate un esfuerzo en progresión. Vas a disfrutar más.
  8. En función de la temperatura, deberías hacer una hidratación previa.
  9. Es conveniente no adelantar en zigzag y no correr a cambios de ritmo. Mejor correr a ritmo constante.
  10. Evita subir y bajar de las aceras y sigue siempre la carrera por la calzada.

En ningún caso, pretende ser una receta mágica, tan sólo una orientación de cómo organizar a nivel muy general tu primera carrera.